Espacio para reflexionar

El riesgo de vivir corriendo Dra. Bárbara Hofmann

La vida cotidiana nos exige vivir al límite, corriendo de un lado a otro hasta para ir a tomarnos unos minutos de relax… ¿qué es esto de estresarse previo a relajarse?
¿Quién en esta época, no ha sentido alguna vez en su vida, que literalmente se encuentra “corriendo” contra el tiempo?

No hablamos de realizar la actividad física de correr en forma ordenada y metódica, sino a la sensación “real” de no tener tiempo, de correr en contra del reloj, de finalizar el día agotados por las actividades realizadas en el transcurso del mismo, de querer hacer más cosas y no poder.

Sabemos que el estrés forma parte de nuestra vida, ya que es una respuesta normal del cuerpo que nos permite adaptarnos a nuestro entorno y que la vivenciaremos según nuestra interpretación. Los eventos cotidianos que debemos realizar, pueden llegar a considerarse estresores cotidianos cuando se acumulan o cuando haya que imprimir ciertas modificaciones a nuestra rutina.

¿Qué pasa cuando debido al tráfico no podremos llegar a horario a nuestro trabajo, ó cuándo subimos al auto y nos damos cuenta que tenemos un neumático desinflado, O nos anuncian que nuestra familia se ha invitado a cenar? Los imprevistos nos dan la sensación de que será imposible hacerlo sin angustiarnos.

Tener la sensación de control sobre las situaciones es considerado un factor de reducción del estrés, sin embargo un exceso en dicho control provoca un estado de agotamiento. No todas las situaciones son controlables, debemos estar dispuestos a aceptar los retos, a aprender a improvisar, a confiar y contar con un apoyo social para reducir aquellas situaciones que nos estresan.

Muchas son las estrategias que podemos implementar para reducir la sensación de estrés: aprender a relajarnos, cambiar ciertos hábitos nocivos, realizar deportes en forma controlada y periódicamente, hacer una dieta saludable y equilibrada (y si es necesario supervisada por profesionales) y lograr un buen dormir.

Pero, ¿y con el tiempo? ¿Qué podemos hacer? En verdad, con el tiempo podemos hacer poco y nada. El día tiene 24 horas! es así y por más que queramos, no podemos estirarlo. ¿Y entonces? Nuestras actividades laborales, sociales, familiares, hacen que cada vez nos exijamos más. Esta exigencia que al principio puede ser placentera, cuando se torna excesiva, va a generar síntomas de agotamiento.

Estrategias para optimizar el tiempo:

1- Planificar las actividades diarias: no solo lo que tenemos que hacer, sino también cuanto tiempo nos llevará hacer cada una. Sabremos cuantas cosas podremos hacer en el tiempo que tenemos.

2- Reconocer que tenemos un límite y evitar acercarnos a él.

3- Disfrutar la actividad concluida antes de empezar con el próximo proyecto.

4- Aprender a delegar en otras personas.

5- Trabajar en horas de trabajo y descansar durante las horas de ocio. Parece elemental, pero ¿quién no se ha llevado trabajo a la casa?

6- Saber decir “NO” en forma enérgica y en el tono correcto.

7- Incluir dentro de las actividades las que nos resulten placenteras.

8- Aprender a disfrutar.

Por supuesto que seguiré atendiendo las consultas telefónicas de mis pacientes cuando esté navegando y seguiré "corriendo" para llegar a mis sesiones de masaje, pero no se dan una idea como aprendí a desconectarme y a disfrutar de mis momentos de ocio.

Será con más tiempo, hasta la próxima

Cordialmente

Dra. Bárbara Hofmann

officegym

Pone tu bienestar en movimiento info@officegym.com.ar